Una caja de cambios (también conocida como transmisión) que funcione bien es un componente esencial de su vehículo y es vital para garantizar el funcionamiento seguro de su coche. Si su caja de cambios ha visto días mejores, esto puede afectar también al rendimiento de su vehículo, por lo que es importante asegurarse de que se mantiene en condiciones óptimas.
Tanto si la caja de cambios es automática o manual, como si tiene unos años o es nueva, hay medidas que puedes tomar para asegurarte de que se mantiene en buen estado y de que estás seguro en la carretera. En este sentido, sigue leyendo para saber cómo puedes mantener tu caja de cambios en las mejores condiciones durante el mayor tiempo posible.
Revisiones periódicas
Una inspección anual realizada por un especialista en reparación de transmisiones es la mejor manera de garantizar que su caja de cambios funcione de forma óptima. Una revisión de diagnóstico puede identificar cualquier problema potencial y comprobar el nivel, el color y el olor del líquido de transmisión.
Cambia de marcha con cuidado
Cambiar de marcha con el coche en movimiento puede suponer un esfuerzo innecesario para la caja de cambios, así que intenta detenerte por completo antes de poner la marcha atrás o el aparcamiento. También puedes reducir la presión sobre la caja de cambios utilizando el freno de mano cuando estés aparcado en una pendiente.
Comprueba el líquido de la transmisión
Las cajas de cambio utilizan un líquido especial para reducir la fricción y garantizar el buen funcionamiento de la caja de cambios, por lo que es importante rellenar o sustituir este líquido cuando sea necesario. Deberías tener entre 50.000 y 100.000 km de sobra antes de que el líquido deba ser sustituido, pero sigue siendo una buena idea comprobarlo de vez en cuando. Si el líquido es oscuro, turbio o tiene un olor a podrido, llame a un especialista para que lo sustituya lo antes posible.
Cuida tu sistema de refrigeración
El radiador y los sistemas de refrigeración evitan que el motor se sobrecaliente, pero también ayudan a enfriar el líquido de transmisión que bombea la caja de cambios. Los sistemas de transmisión pueden ser delicados, así que vigila los niveles de líquido y comprueba que el sistema está en buen estado en general para evitar el sobrecalentamiento.
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